PRESENTACION LIBRO. 10 DE NOVIEMBRE. REFLEXIONES SOBRE LA FIGURA HUMANA, DESDE EL RENACIMIENTO AL ARTE CONTEMPORÁNEO.
En la mitología o en la religión, en la historia o en la leyenda, en la
fantasía, en los sueños o simplemente para captar la realidad de las formas
humanas, con todo lo que emana de su propia sensibilidad, el cuerpo humano
ha influido enormemente en la Historia del Arte. La figura y el desnudo han
tenido siempre un poder de atracción en los artistas de todos los tiempos,
han sido motivo de estudio de anatomistas, tratadista y filósofos, motor
impulsor para crear obras de gran belleza y tema presente en la creación de
artistas de todos los estilos y tendencias.
Desde la búsqueda de un canon de proporción como el Doríforo de Policleto,
siglo V antes de Cristo, hasta el David de Miguel Ángel de la Galería de la
Academia de Florencia, verdadero tratado de anatomía sobre la proporción de
las formas humanas. Desde la Venus de Milo, de siglo II antes de Cristo,
del Museo del Louvre, todo un hito de la perfección de la belleza de los
clásicos, hasta el tema mitológico de Dánae hija de Acrisio, de Gustav
Klimt, creación y sensualidad unidas en un abrazo, desde los kuros de las
esculturas arcaicas griegas, germen de la perfección que muy pronto se daría
en los pueblo helenos, hasta el naturalismo de Rodin, cargado de fuerza y
emociones contenidas, los artistas han sido siempre los forjadores de un
mundo de sueños y leyendas, de encuentros con su verdad más íntima, siendo
los hilos conductores que han manifestado para la historia el sentir y el
modo de ser de los pueblos, con sus virtudes y debilidades, que nos aportan
los datos para conocernos más a nosotros mismos, y sobre todo, han sido los
que han aportado todo un tesoro de obras artísticas, que han ennoblecido al
hombre y enriquecen hoy nuestra cultura.
Pero debido a lo extenso que resultaría, siquiera dar unas pinceladas, desde
el principio de la Historia, comenzaré mi conferencia de esta tarde en la
Real Academia de San Dionisio desde el siglo XVI italiano, ya en pleno
Renacimiento. En esta etapa del arte italiano, el hombre se convierte en el eje central de
pensadores y artistas.
El Barroco utiliza la figura para crear una mayor conciencia de acercamiento
a Dios, con un arte emotivo y escenográfico. El Neoclasicismo trata de
alcanzar la perfección, dirigiendo su mirada a la belleza de los clásicos.
El Romanticismo no es ajeno a la figura humana que da forma a las ideas que
preocupan al hombre con un idealismo exacerbado. En el Realismo el artista
busca un contrapunto a la frialdad académica. Los impresionistas crean una
nueva forma de ver la luz y el color sobre los cuerpos. Los simbolistas
manifiestan sus sueños con metáforas visuales. Los expresionistas,
fauvistas y futuristas utilizaron el cuerpo humano con un lenguaje colorista
y libre. El Surrealismo representa la figura mediante los sueños. Incluso
hasta en las últimas tendencias artísticas el hombre se ha sentido inclinado
a representar en sus obras la figura humana, tal es el caso de Edward
Hopper, Bacon, y ya en pleno siglo XXI Lucian Freud.
Creo que el arte es una necesidad del hombre, y puesto que somos seres
humanos, encaminamos nuestros pasos hacia nuestra propia imagen. Las formas
que nos transmite nuestro cuerpo son como un universo en constante evolución,
que contiene para el artista todas las sensaciones que éste necesita, a la
vez que es una de las pruebas más difíciles en el sublime acto de la
creación de una obra artística.
Desde estas líneas quiero invitar a todos aquellos que se sientan atraídos
por este mundo tan apasionado como es el arte y deseen asistir a la
conferencia que daré esta tarde a las 20,30 horas en la Real Academia de San
Dionisio de Ciencias, Artes y Letras.
Gonzalo Martínez Andrades
Catedrático de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Sevilla y Académico.
domingo, 20 de junio de 2010
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