Blog oficial de la Real Academia San Dionisio de Ciencias, Artes y Letras

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martes, 19 de marzo de 2013

Ponencia Andrés Luque Teruel - 19/03/2013

“Juan Manuel Rodríguez Ojeda influyó en la configuración estética de la Semana Santa de toda Andalucía y no sólo en la sevillana”

El doctor en Historia del Arte Andrés Luque Teruel, una de las máximas autoridades en el estudio y conocimiento de la obra del célebre diseñador y bordador, dictó una muy documentada ponencia este pasado martes en la Real Academia de San Dionisio
¿Hubo un antes y después de Juan Manuel Rodríguez Ojeda en la historia de la configuración estética de la Semana Santa andaluza tal como hoy a todas luces concebimos? Indudablemente sí. Rodríguez Ojeda o la revolución de las formas desde dentro. Desde los epígrafes de la devoción y asimismo de la implicación. Fue un cofrade precoz, un temprano y por ende hábil gestor de sus propios talentos artísticos y a su vez un nunca extinto creador incontenible de novísimas formas cuya aguja incluso hilaba pespuntes vanguardistas. La Real Academia de San Dionisio de Ciencias, Artes y Letras acogió el pasado martes una interesantísima ponencia del doctor en Historia del Arte Andrés Luque Teruel. Concitó el interés del numeroso público allí congregado. Una concurrencia que a decir verdad arropaba a no pocos destacadísimos cofrades de la ciudad. Cofrades de la Amargura, de la Defensión, de las Cinco Llagas y del Santo Crucifijo estuvieron presentes en la sesión académica. El conferenciante fue presentado por el Académico Correspondiente José Luis Zarzana Palma (quien apuntó los muchos méritos curriculares de tan prestigioso orador). Presidía la sesión –por delegación- el vicepresidente de la corporación académica Jaime Bachiller Martínez.
Varias son las claves que sintéticamente fundamentaron la intervención de Andrés Luque Teruel: a) Juan Manuel Rodríguez Ojeda fue un genio predestinado a revolucionar, desde el arte del bordado y el diseño, la concepción estética de la Semana Santa de toda Andalucía (y no exclusivamente la sevillana), b) sabía a ciencia cierta que las instituciones debían transformarse desde dentro (y a tal fin se implicó de lleno en cargos de gobierno y en el día a día de la vida de Hermandad), c) en su evolución artística fue un adelantado a su tiempo: tomando estilos en los que posteriormente ahondaría, innovando, inventando, experimentando un inteligentísimo vanguardismo incluso y d) posee la capacidad de dar siempre lo mejor de sí adaptándose a los instrumentos, aparejos y presupuestos de los que disponen las hermandades. Para Andrés Luque “Rodríguez Luque siempre vestía a la Virgen para lucimiento de la Imagen y no para el suyo personal, como así ha ocurrido con muchos vestidores del siglo XX”. Profundizó el ponente en la importancia capital de la ejecutoria de ‘Juan Manuel’ en la Hermandad de la Macarena, a la que transformó por completo, a la par que no dejó en el tintero una denuncia con ribetes reivindicativos: “En los talleres de bordados hoy día no se contratan diseñadores profesionales, sólo –salvo honrosas excepciones- trabajan aficionados al dibujo”.

viernes, 15 de marzo de 2013

Ponencia José Raúl Calderón Peragón - 12/03/2013





“La flagelación de Jesús duró 45 minutos y además se realizó con el flagelo romano y sin límites de azotes”

El magistrado y escritor José Raúl Calderón Peragón dictó en la Academia de San Dionisio la ponencia ‘¿Fue legal el juicio a Jesús?’



Con una muy exhaustiva profusión de datos y sustentado en el rigor de una investigación de veras contrastada, el magistrado y escritor José Raúl Calderón Peragón, doctor en Derecho por la Universidad de Granada, dictó el pasado martes en la Real Academia de San Dionisio la ponencia ‘¿Fue legal el juicio a Jesús?’ cuya exposición mantuvo intacta la atención del público. Tras la presentación del Académico de Número Francisco Garrido Arcas, el ponente desglosó los muchos interrogantes siguientes: ¿Fue legal el juicio a Jesús? ¿Por qué se le condenó? ¿Se siguieron todos los pasos previstos en los ordenamientos jurídicos judío y romano o, por el contrario, se violaron sistemáticamente las normas procesales?

Interesante punto de partida para la reflexión colectiva en una sesión académica enmarcada en los tiempos de vísperas de la Semana Santa. Agitador y perturbador, incitador a la violencia, autoproclamado realeza, impagador de los tributos al César, sedicioso. Así –sobre poco más o menos- fue presentado Jesús ante Poncio Pilatos, procurador romano de Jerusalén, por los miembros del Sanedrín (máximo tribunal de los judíos), quienes necesitaban de la autoridad del legado del César para las condenas a muerte. Ante el Sanedrín, el Galileo fue presentado “como reo de muerte por blasfemia”, cargo eminentemente religioso y que de ningún modo Pilatos condenaría con la muerte. Por ello, los judíos decidieron cambiar los cargos.

“El proceso judío -sostiene José Raúl- comenzó con el interrogatorio al que Anás sometió a Jesús”. Para el ponente, esta acción constituye una primera irregularidad, “puesto que Anás ya no era Sumo Sacerdote y, por tanto, no podía ordenar detención alguna”. Tras un breve interrogatorio, Jesús es conducido “atado y por la noche” ante Caifás, sucesor de Anás, donde se le acusó a través de testigos, muchos de ellos falsos y no concordantes, de blasfemia. “La prueba ‘principal’ -sostiene el conferenciante- estaba en dos testigos que aseguraron que Jesús había dicho: “Puedo demoler el santuario de Dios y en tres días erigirlo”. Pero jamás existió una prueba testifical o física para la blasfemia.

La pregunta de Caifás a Jesús fue: “Te conjuro por el Dios vivo a que nos digas si tú eres el Cristo, el Hijo de Dios”. Jesús respondió entonces “Tú lo has dicho”, lo que significaba “Yo soy lo que tú has dicho”, apunta el autor del estudio. “¡Ha blasfemado!”, fue la respuesta unánime de los miembros del Sanedrín. Sin embargo, la ley mosaica consideraba que “blasfemar era insultar a la majestad de Dios”, para lo que era necesario emplear el nombre sagrado revelado a Moisés, “Yahveh”, algo que Jesús jamás hizo.

Según las antiguas normas judías, “no podían ser tratados procesos criminales en sesión nocturna”, ni el acusado podía estar atado. El ceremonial recogido en el Talmud insistía en que eran necesarios “dos testigos detrás de una cortina, colocar a plena luz al inculpado y conjurar a que se retractase antes de registrar su delito”. “Nada de eso aparece en los Evangelios o en la tradición”, explica José Raúl Calderón. Según el magistrado “la flagelación de Jesús duró 45 minutos y además se realizó con el flagelo romano y sin límites de azotes”.

viernes, 8 de marzo de 2013

Toma posesión Académico Correspondiente Ismael Jordi - 05/03/2013

“Un cantante tiene que saber cuáles son sus limitaciones, además de reconocer sus equivocaciones para aprender”

Brillantísimo acto de toma de posesión del tenor jerezano Ismael Jordi como Académico Correspondiente de la Real Academia de San Dionisio de Ciencias, Artes y Letras

Blas de Otero –acaso uno de los poetas más desesperadamente verosímiles de la poesía social de la década de los cincuenta-  solicitó –de un modo desgarrado y redivivo- “la voz y la palabra”. Lo hizo además asentando casi inmemorialmente una reclamación que constituye signo y anhelo de no pocas generaciones posteriores. A sendas manifestaciones de la naturaleza humana –a la voz y a la palabra- pudieron adherirse –con regusto y asociada amenidad- las muchas personas que el pasado martes se dieron cita en el salón de actos de la Real Academia de San Dionisio de Ciencias, Artes y Letras. Tomaba posesión como Académico Correspondiente el tenor Ismael Jordi Oliva. El título de su intervención, ‘Aptitudes para el bel canto’ ya hacía presagiar una sesión constituyente de altas motivaciones musicales. La apretadísima agenda de “nuestro tenor jerezano” provocó una espera de casi año y medio desde su nombramiento como Académico Correspondiente hasta el solemne acto de ingreso de este martes. Por ende la expectación había intensificado aún más si cabe el desarrollo de dicha sesión académica. Tras la presentación del Académico Correspondiente y director de orquesta Juan Luis Pérez García, Ismael Jordi enseguida constató su más arraigada gratitud por el “privilegio y el gran honor de pertenecer a esta institución. Es un aliento que, a pesar de estar fuera, mi trabajo esté reconocido en mi tierra. Gracias a Dios en mí no se cumple el dicho de que nadie es profeta en su tierra”.



Ismael Jordi se mostró cordial, sencillo, muy comunicativo y de veras cercano. Ajustó la densidad cualitativa de su intervención a la duración propicia de este tipo de convocatorias culturales. Entre las aptitudes “para el bel canto” destacó algunas como, de entrada, la intuición musical. “Es con algo que se nace, nato. Esto no se puede estudiar”. Asimismo “la naturalidad y la capacidad de autocrítica: un cantante tiene que saber cuáles son sus limitaciones, además de reconocer sus equivocaciones para aprender”. La última de estas características sería “la memoria: más bien la memoria musical. Es imprescindible porque hay que conocer muchas óperas. La lírica se basa en el continuo estudio”. En definitiva, el tenor resumía estas facultades como "capacidades innatas con las que nace una persona para hacer este tipo de carrera. Aunque es un arma de doble filo, ya que puede hacer que el artista, al creerse con la base, se relaje”. El tenor fue intercalando su discurso con intervenciones canoras. A cada interpretación, una sonora ovación del público. El presidente de la Real Academia de San Dionisio, Joaquín Ortiz Tardío, impuso la medalla de la corporación al nuevo Académico cerrándose la convocatoria con otro unánime aplauso de correspondencia y admiración. Ismael Jordi portará la medalla de la Real Academia de San Dionisio en todos los foros culturales internacionales en los que habitualmente participa. 

viernes, 1 de marzo de 2013

Ponencia José Monforte - 26/02/2013


El periodista y crítico gastronómico José Monforte clausura el III Ciclo de Gastronomía con una ingeniosa ponencia –trufada de finísimo humor- sobre la tapatología como auténtica ciencia del tenedor



El III Ciclo de Gastronomía organizado conjuntamente por la Real Academia de San Dionisio de Ciencias, Artes y Letras y el Grupo Romero Caballero tuvo un brillantísimo colofón en la ponencia que, dictada el pasado martes por el periodista y crítico gastronómico José Monforte, abordaría con un finísimo humor inteligente todo lo referente a ‘la tapatología como ciencia del tenedor’. Ante un aforo repleto de público, la sesión estuvo presidida por el presidente titular de la Real Academia de San Dionisio Joaquín Ortiz Tardío y, en representación del Grupo Romero Caballero, por Vicente Fernández Belizón. Fue precisamente el jefe de Estudios de la Escuela de Hostelería de Jerez, Vicente Fernández, quien tuvo a su cargo la presentación del ponente. Fernández Belizón hizo un retrato costumbrista del conferenciante donde virtudes profesionales –su amplio conocimiento en el género de la crítica gastronómica- y personales –“Monforte es generoso y amigo de sus amigos”- aunaron un trazo definidor de quien está considerado como uno de los máximos expertos en la materia de toda la provincia de Cádiz.
La ponencia de Monforte dejó un inmejorable sabor de boca (y nunca mejor utilizada la expresión). Literatura y comicidad mojada en la salsa de la conexión con el público. Haciendo gala de un ingenio ilustradísimo, de un sentido del humor inteligente y siempre propiciatorio, José Monforte provocó la sonrisa y la risa y a menudo la carcajada en el auditorio para asimismo reivindicar “verdades como puños” que a veces pasan desapercibida por entre las tendencias culinarias del tiempo presente. Destaquemos algunas de las afirmaciones del periodista y crítico gastronómico:  “Y qué es la tapatología, se preguntarán ustedes. La tapatología, en tres palabras, es la ciencia del tenedor. Nuestra principal herramienta de trabajo no es ni el microscopio, ni analizamos los genes. Nuestra principal herramienta de trabajo es el tenedor, mejor de cuatro puntas, y lo que analizamos más a menudo son las salsas de las albóndigas con tomate…que no me digan ustedes que no son un buen objeto de estudio”.

-          “La tapatología: Dícese del área del saber que estudia los fenómenos masticables y analiza tanto la tapa, como su hermano mayor, el plato, sea sopero o llano. Por extensión se consideran también fenómenos tapatológicos los ‘durses’, las tartas y todo aquello susceptible de desayunarse o merendarse, excepto los ‘Konflis de Kelog’ que se consideran engendros creados por el Maligno. Esto último más que objeto de estudio es objeto para pegarle dos buenas ‘patás’ y mandarlo directamente…a Saturno”.

-          “Toda ciencia de las buenas tiene una historia y un creador y la tapatología no puede quedarse atrás. La ciencia del tenedor surge en Cádiz, no podía ser en otro sitio evidentemente, en el año 2009 después de Nuestro Señor Jesucristo,  como respuesta del saber a problemas mundiales como la pérdida de panes buenos ‘pa mojá’ en las almejas a la marinera, la desaparición del melón dulce de Conil, prácticamente en extinción, o la invasión del palito de cangrejo como sustituto de las gambas en las ensaladilla, problemas vergonzosamente silenciados por las potencias mundiales. La ciencia fue creada por el  tapatólogo más renombrado que ha dado la historia, el sueco de nacimiento, Edmun Sorensen. Nacido en un armario del Ikea, Sorensen, más que un niño precoz, fue un niño precocido, por lo que le gustaba el pan de masa congelada. Tras sus estudios escogió para su tesis doctoral un tema de esos que gustan en la Universidad de Masachuset: la irrupción del fideo en el caldo del puchero. Calificada por el tribunal como tocino cum laude, Sorensen no llegó a publicar su trabajo al sufrir un accidente de trabajo: se quemó la lengua bebiendo un consomé de pollo. Si le hubiera puesto un chorrito de oloroso de ‘Jeré no le hubiera pasao eso’. Con la lengua quemada y asqueado de tanta sopa, Sorensen sale del armario de Ikea y decide refugiarse en una cueva de Villaluenga en la Sierra de Cádiz donde vive haciendo vida silvestre junto a un grupo de cabras payoyas, de las del famoso queso de la sierra gaditana”.

-          “Vamos por tanto, en esta introducción a la tapatología, a detallar un poco cuáles son las principales áreas de trabajo en las que se trabaja en la actualidad. Partimos de dos grandes áreas de conocimiento: Las ciencias prehámbricas y las ciencias despertohámbricas. Las ciencias prehámbricas son las que se desarrollan cuando hay hambre y las despertohámbricas se suelen dar después de un fenómeno de somnolencia. En las despertohámbricas se distinguen dos grandes áreas de conocimiento la desayunística o estudio del desayuno y la meriondología o estudio de la merienda”.

-          Abundó Monforte en el ensaladillismo o estudio de la ensaladilla y en la tortillología “o estudio de la tortilla de papas que también incluye de forma transversal el estudio de la tortilla deconstruida, lo que vulgarmente se llama un huevo con papas fritas”.

-          “No cabe duda de que una de las ciencias madres de la tapatología es el ensaladillismo Se ocupa de estudiar todo tipo de ensaladillas desde la inmigrante, también llamada rusa, hasta las del país, que son la de gambas o la de pulpo, uno de los últimos fenómenos de esta ciencia y que está en auge. Defínase como ensaladilla a toda preparación que sobre una base de papas cocías lleve como ingrediente necesario la mayonesa y a partir de ahí, echalé imaginación… El colegio establece como rama aparte del ensaladillismo a la papaaliología o estudio de las papas alioli. Los ensaladillistas deben atender a la hora de estudiar esta ciencia a varios aspectos. En primer lugar observarán sus ingredientes y distinguirán entre los imprescindibles: patatas y mayonesa;  básicos: zanahoria y huevo, y los “embellecedores” entre los que deberíamos citar a todos los demás ingredientes que se le agregan, incluidos los chícharos (guisantes).  Sobre estos últimos se ha escrito mucho para dilucidar si la verdadera ensaladilla gaditana los lleva o no. De todos modos la corriente
 “chicharista”, que defiende la inclusión de este ingrediente parece ir en declive en pos de un estilo más “minimalista” de las ensaladillas con menos ingredientes. Es la conocida adaptación al medio que siempre se ha  registrado en la naturaleza: A más crisis, ensaladillas con menos ingredientes…aunque como sigamos así no van a llevar ni papas”.

-          A la vista de los ingredientes y la forma de la ensaladilla “el colegio distingue varios tipos: ensaladilla cupular, coronada, al pegotón o libre albedrío, básica o minimalista, rusa o atuneada, mariscodóncica o amarisconada”.

-          Para Monforte, y en el humorístico sentido figurado de su exposición, “la arqueotapatología es la ciencia que se ocupa de las tapas en peligro de extinción. Tapas que ya son muy difíciles de encontrar en los bares, que fueron estrellas en su tiempo y que ahora, como el lince ibérico, están en peligro de desaparecer”.

-          “El ámbito de trabajo del arqueotapatólogo está más en torno a las tabernas y los bares de barrio. También en las ventas de carretera se suelen hacer hallazgos importantes y ya si se investiga en poblaciones de menos de 10.000 habitantes las posibilidades de encontrar algún hallazgo se acentúa (…) El tapatólogo debe por tanto apelar a su intuición a la hora de considerar si una tapa es un hallazgo de arqueotapatología. En este sentido el Colegio trabaja ya en la elaboración de un catálogo de tapas en peligro de extinción para poder ir dando solidez y método a los estudios”.