"El vino es fruto del encuentro del hombre con la naturaleza”
La Real Academia de San Dionisio de Ciencias, Artes y Letras clausuró este pasado martes el curso académico 2012-2013 con la sesión de toma de posesión del enólogo y bodeguero Luis Pérez Rodríguez como nuevo Académico Correspondiente
Con la interesante conferencia titulada 'El vino, ciencia y cultura', el catedrático emérito de Tecnología de los Alimentos, de la Universidad de Cádiz, doctor en Ciencias Químicas, enólogo y bodeguero sanluqueño Luis Pérez Rodríguez tomó posesión este pasado martes como nuevo académico correspondiente de la Real Academia de San Dionisio, de Ciencias, Artes y Letras, sesión además que clausuró oficialmente el Curso Académico 2012 - 2013 de esta docta real corporación jerezana. Presidieron la sesión -que registró un lleno absoluto de público- el presidente de la Academia de San Dionisio Joaquín Ortiz Tardío, el presidente de Honor Francisco Fernández García-Figueras, el vicepresidente de Ciencias Jaime Bachiller Martínez y el Secretario General Andrés Luis Cañadas Machado.
Fue Cañadas Machado quien leyó el acuerdo de nombramiento de Académico Correspondiente de Luis Pérez Rodríguez, estando su presentación a cargo del presidente de la institución académica Joaquín Ortiz Tardío.
El nuevo correspondiente, Medalla de Oro al Mérito en la Investigación enológica, inició en el año 2002 un proyecto familiar de recuperación y diversificación de la producción vitivinícola de la zona de Jerez, comenzando con la plantación de un viñedo de variedades tintas en la Hacienda Vistahermosa, con el propósito de poner de manifiesto la vocación y aptitud milenaria de nuestro Marco en producir grandes vinos sin limitarse solo a los generosos, dando a conocer al mismo tiempo, mediante cursos y sesiones divulgativas, en el propio escenario integrado de viñas y bodegas, el valioso patrimonio cultural que hemos heredado de tantas generaciones predecesoras.
El propio Pérez Rodríguez, a este respecto y como resumen de su disertación manifestó que "el vino es fruto del encuentro del hombre con la naturaleza, acontecido en los albores de la Cultura ya que posee desde su origen un gran valor carismático y ritual, pudiéndose considerar como el alimento de mayor trascendencia litúrgica".
"La elaboración del vino -añadió-, desde sus más remotos orígenes, ha marcado fronteras culturales y formas de vida. Al hacer un recorrido por la rica y dilatada historia de los vinos de la zona del jerez nos encontramos con las claves de su singularidad".
Para Luis Pérez "si bien las características propias del clima y naturaleza del suelo hacen que nuestra zona posea un alto potencial para desarrollar vinos de calidad, también ha jugado un papel muy importante su situación geográfica, siendo un enclave estratégico en todos los variados encuentros que la historia le ha patrocinado". "El ejercicio continuo y prolongado de la actividad vitivinícola en esta zona -subrayó- logra que sus vinos constituyan un elemento significativo de expresión cultural, económica y social. Pero además en el ejercicio de esta actividad a lo largo de tres milenios, el hombre aparte de perfeccionar la domesticación de la viña y de pulir procesos enológicos, aun sin saberlo, induce una selección de las levaduras responsables de la transformación de la uva en vino".
El ponente consideró que "la presión evolutiva que el elaborador de vinos de esta zona ejerció sobre las levaduras, estaba motivada por sus singulares prácticas enológicas encaminadas a conseguir un alto contenido en azúcares en los mostos, con el fin de patrocinar esa valorada estabilidad en el vino que le permitiera ser apreciado en cualquier lugar y tras años de guarda. Estas prácticas consistían fundamentalmente en la selección de adecuadas variedades de vid, la sazón de su vendimia, el asoleo de la uva y el uso del arrope y se fueron desarrollando desde los primeros inicios de nuestra vitivinicultura".
Al término de su exposición, el presidente de la Academia Joaquín Ortiz le impuso la medalla de la corporación y así como le hizo entrega del título de Académico Correspondiente.