“Las raíces populares de la poesía de Vicenta Guerra beben en los ritmos del pueblo”
El sentido transcendental de la existencia humana, el sentido literario de la rima poética y el sentido del humor se dieron la mano en la voz y en el ingenio de la académica, escritora y aguda observadora Vicenta Guerra Carretero. La Real Academia de San Dionisio de Ciencias, Artes y Letras acogía la presentación de su última obra –“mi minilibro diría yo”, puntualiza la autora- cuyo título nos evoca directamente a terminologías muy del uso de Ramón Gómez de la Serna: ‘Breverías. Pensamientos y cantares’. Ocuparon la presidencia del acto el presidente de la Real Academia de San Dionisio Joaquín Ortiz Tardío, además del presidente de Honor Francisco Fernández García-Figueras, la delegada de Cultura del Ayuntamiento de Jerez Dolores Barroso, así como Vicenta Guerra y su presentadora la doctora en Filología Hispánica Elisa Constanza Zamora Pérez.
Precisamente Elisa Constanza argumentó que “los poemas de la obra 'Breverías' de Vicenta Guerra brotan como una fuente espontánea y sencilla, nos evocan ecos de los cantares anónimos. En sus versos hay fondo y forma, sutiles bellezas y cierta 'jondura'. Su poesía es un homenaje al pueblo, gran poeta anónimo. Leyendo este libro se pone de manifiesto, una vez más, que somos hijos e hijas de una cultura y ésta nos mece, nos acuna, nos regala sus ritmos, sus imágenes y se nos entrega, para que sigamos amasándola, paladeándola y cómo no, haciéndola nuestra. Y eso es lo que esta poeta jerezana ha hecho siempre, magistralmente. Su poesía está apegada a una geografía local, Jerez, pero trasciende el localismo, porque también es sentenciosa y busca el sentido de la vida y así, se hace universal. Sus versos se construyen con palabras llenas de ritmo, que se entrelazan con matices sociales, pues a Vicenta Guerra le duele la injusticia y posee una profunda hondura humana”.
Para Elisa Constanza, “cuando leemos los versos de 'Breverías', notamos ese linaje popular que nos es tan cercano, pero a la vez se impone la mirada y la maestría de la poeta que se entrega en cada palabra con el poder de la verdad, expresada con belleza. Las raíces populares de su poesía beben en los ritmos del pueblo y de ahí, como hicieran otros poetas, nace su amor por la rima asonantada y el ritmo ágil del romance. Esta maestría, no siempre de fácil manejo, fue destacada por el mismo Juan Ramón Jiménez, quien en sus 'Cartas literarias' reconocía la dificultad de los poetas cultos para cogerle "el corazón al pueblo". A través de estos ritmos, Vicenta Guerra hace palpitar temas presentes en la tradición literaria tanto popular como culta: la angustia por el paso del tiempo, la soledad, la amistad, el amor, la paz, con los que intenta responder a las preocupaciones del ser humano”. Vicenta Guerra agradeció muy profusamente la concurrida asistencia de jerezanos a esta cita académica que además contó en la sensibilidad de la ponente con un entrañable recuerdo y homenaje a la figura del académico recientemente fallecido José Ramón Fernández Lira.
El sentido transcendental de la existencia humana, el sentido literario de la rima poética y el sentido del humor se dieron la mano en la voz y en el ingenio de la académica, escritora y aguda observadora Vicenta Guerra Carretero. La Real Academia de San Dionisio de Ciencias, Artes y Letras acogía la presentación de su última obra –“mi minilibro diría yo”, puntualiza la autora- cuyo título nos evoca directamente a terminologías muy del uso de Ramón Gómez de la Serna: ‘Breverías. Pensamientos y cantares’. Ocuparon la presidencia del acto el presidente de la Real Academia de San Dionisio Joaquín Ortiz Tardío, además del presidente de Honor Francisco Fernández García-Figueras, la delegada de Cultura del Ayuntamiento de Jerez Dolores Barroso, así como Vicenta Guerra y su presentadora la doctora en Filología Hispánica Elisa Constanza Zamora Pérez.
Precisamente Elisa Constanza argumentó que “los poemas de la obra 'Breverías' de Vicenta Guerra brotan como una fuente espontánea y sencilla, nos evocan ecos de los cantares anónimos. En sus versos hay fondo y forma, sutiles bellezas y cierta 'jondura'. Su poesía es un homenaje al pueblo, gran poeta anónimo. Leyendo este libro se pone de manifiesto, una vez más, que somos hijos e hijas de una cultura y ésta nos mece, nos acuna, nos regala sus ritmos, sus imágenes y se nos entrega, para que sigamos amasándola, paladeándola y cómo no, haciéndola nuestra. Y eso es lo que esta poeta jerezana ha hecho siempre, magistralmente. Su poesía está apegada a una geografía local, Jerez, pero trasciende el localismo, porque también es sentenciosa y busca el sentido de la vida y así, se hace universal. Sus versos se construyen con palabras llenas de ritmo, que se entrelazan con matices sociales, pues a Vicenta Guerra le duele la injusticia y posee una profunda hondura humana”.
Para Elisa Constanza, “cuando leemos los versos de 'Breverías', notamos ese linaje popular que nos es tan cercano, pero a la vez se impone la mirada y la maestría de la poeta que se entrega en cada palabra con el poder de la verdad, expresada con belleza. Las raíces populares de su poesía beben en los ritmos del pueblo y de ahí, como hicieran otros poetas, nace su amor por la rima asonantada y el ritmo ágil del romance. Esta maestría, no siempre de fácil manejo, fue destacada por el mismo Juan Ramón Jiménez, quien en sus 'Cartas literarias' reconocía la dificultad de los poetas cultos para cogerle "el corazón al pueblo". A través de estos ritmos, Vicenta Guerra hace palpitar temas presentes en la tradición literaria tanto popular como culta: la angustia por el paso del tiempo, la soledad, la amistad, el amor, la paz, con los que intenta responder a las preocupaciones del ser humano”. Vicenta Guerra agradeció muy profusamente la concurrida asistencia de jerezanos a esta cita académica que además contó en la sensibilidad de la ponente con un entrañable recuerdo y homenaje a la figura del académico recientemente fallecido José Ramón Fernández Lira.
No hay comentarios:
Publicar un comentario