“Más allá de los números de esta durísima crisis económica, a mí lo que me entristece es que ha desaparecido un elevado porcentaje de empresarios de toda la vida. Nos hemos cargado muchísimo el espíritu emprendedor”Brillante ponencia del catedrático de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad Autónoma de Madrid y Consejero Delegado de Analistas Financieros Internacionales (AFI) Ángel Bergés Lobera en la primera sesión del II Ciclo ‘Economía y Sociedad’ organizado por la Real Academia de San Dionisio de Ciencias, Artes y Letras
Definitivamente se trata de un ciclo caracterizado por su muy alto nivel expositivo. Si ya el pasado año cosechara un rotundo éxito esta nueva iniciativa de la Real Academia de San Dionisio –que cuenta además con el garante y la especializada coordinación del Académico de Número y tesorero de la Real Corporación Jerezana Juan Salido Freyre-, la segunda edición del Ciclo ‘Economía y Sociedad’, que comenzó este pasado martes, augura de antemano un refrendo –una consolidación- sin duda innegable. Fue el catedrático de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad Autónoma de Madrid y Consejero Delegado de Analistas Financieros Internacionales (AFI) Ángel Bergés Lobera quien, de un modo brillantísimo –por su riqueza de análisis y por su lenguaje cercano y entendible para el concurrido auditorio-, explicara los motivos que han propiciado la actual crisis económica internacional y, más concretamente, en España, así como las perspectivas de futuro –“cargada de luces y sombras”- que depara esta controvertida situación general.
Presentado por el académico y catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Cádiz, José Luís García Ruiz, destaquemos a continuación algunas de las aseveraciones de Ángel Bergés Lobera en la tribuna de oradores de la Real Academia de San Dionisio:
- “Tras cinco años desde el inicio de la crisis económica, España afronta el bienio 2012- 2013, con una nueva fase recesiva, que amenaza con restar tres puntos adicionales del PIB, y añadir más de 700.000 personas a la ya elevada cifra de desempleados, sin duda la faceta más trágica del cuadro macroeconómico español”.
- “Unas cifras tan preocupantes son el resultado del círculo vicioso que para nuestro país supone la rigidez con que se está tratando de gestionar la crisis en el área euro, inmersa en serios desequilibrios - de competitividad, de sostenibilidad de la deuda, de credibilidad de los sistemas bancarios - lejos de abordarse dicha crisis de forma integrada, se opta únicamente por políticas de austeridad, y drásticas exigencia de ajuste a los países más endeudados (entre ellos España), lo que todavía alimenta más la espiral entre: recesión, desviaciones presupuestarias, mayor necesidad de ajustes, que a su vez inducen a una profundización adicional de la recesión”.
- “Solo una más decidida apuesta europea por medidas estructurales de crecimiento, en paralelo a los recortes presupuestarios exigidos, puede romper ese peligro círculo vicioso”.
- “En otoño de 2008 los bancos perdieron fondos. Esto creó una situación de pánico. Hablamos de una crisis fundamentalmente bancaria. Y de una segunda fase de deterioro de cuentas públicas. Que comienza con los órdagos de los países por salvar a sus bancos. Incremento del endeudamiento público. En este contexto, ¿cómo juega España? Entra con un sistema bancario aparentemente de los más saneados del mundo. Entonces se alardeaba de que teníamos el más brillante sistema financiero del mundo”.
- “España entra en la crisis con un índice de de deuda pública inferior a la media de Europa. Inferior a Alemania. España tenía un problema de mayor deuda privada y de menor deuda pública. La antítesis de Italia. Este nivel lo asumen las familias y las empresas. El personal pensó que el nivel de sus activos iban a aumentar. Y por eso se endeudan. La banca es el mecanismo que permite los vasos comunicantes entre la deuda pública y la deuda privada”.
- “¿En qué situación estamos y cómo podemos salir de aquí? Estamos inmersos en un corsé europeo que nos impide utilizar herramientas que utilizan otros países. Estamos metidos en una camisa de fuerza. Con riesgo recesivo también. Europa lo está haciendo rematadamente mal, valga el barbarismo. Europa no tiene una unión fiscal. Y sin crecimiento no se pueden pagar las deudas. Las políticas de recorte no van acompañados de una política de crecimiento económica. Y es que esto produce un efecto bola de nieve”.
- “En España tenemos que mejorar muchas cosas. Tenemos más déficit, más estabilizadores automáticos, que se convierte en un acelerador de las recesiones. Sistemáticamente se denota una falta de competitividad. Una estructura de productividad de poca competitividad hacia el exterior”.
- “Más allá de los números, a mí lo que me entristece es que ha desaparecido un elevado porcentaje de empresarios de toda la vida. Nos hemos cargado muchísimo el espíritu emprendedor”.
- “No nos podemos permitir el lujo de ser depresivos. Tenemos aspectos positivos. Los ajustes que el Gobierno ha empezado a hacer no han tenido la respuesta que otros países sí han encontrado. Necesitamos crecer, pero correr mucho más. Las exportaciones son importantísimas. Están creciendo en España en tasas más altas que en Alemania. Tampoco nos engañemos porque el nivel de partidas es bajo. Pero estamos creciendo. También tenemos empresas muy competitivas; energías renovables, somos líderes en el mercado mundial de telefonía…”.
- “Detrás de todo esto hay una cierta esquizofrenia respecto a España. ¿Qué podemos hacer? Hay poco más que podamos hacer en España. ¿Reformas estructurales? Quizá sí. La reforma laboral, que ha sido valiente. Hay poco más que se pueda hacer en estos momentos. Recortes fiscales tremendamente agresivos. Ese bucle diabólico entre recortes y recesión tiene un amplificador: el sistema bancario no da crédito, más aún contrae el crédito. En una sociedad como la española sólo existe la financiación bancaria. El sistema bancario esta siendo una rémora: no hay crédito y existen dudas sobre si se han hecho todos los saneamientos en sus activos bancarios. Hay que pedir una mayor involucración de Europa. Para eso tenemos que recuperar la competitividad”.